La rumiación

La rumiación Un animal rumiante es aquel que para digerir sus alimentos, los consume y luego los regurgita para poder remasticarlos. Y así, mastica y mastica. Estos animales inspiraron el nombre de un tipo de pensamiento en los seres humanos: El pensamiento rumiativo. Durante el mismo, una persona se concentra repetitivamente en una situación negativa, teniendo pensamientos como “¿Qué hice mal”, “No creo que pueda escapar de esto”, ”¿Por qué yo?”, “¿Por qué pasó esto?”, “Todo va a salir mal”, “Debí haber hecho esto en lugar de aquello”... Y así masticando, dándole vueltas y vueltas. Es una respuesta que muchos tenemos frente a presiones y estresores. Por esto, conviene tener en cuenta que la rumiación no lleva a una solución de problemas activa y contribuye a que nos quedemos estancados en la situación y en nuestros sentimientos. Además, está fuertemente asociada a la ansiedad y depresión (entre otros). ¿Qué hacer? Primero, ser conscientes de si rumiamos o no. Segundo, las técnicas de consciencia plena han mostrado ser muy efectivas. El ejercicio también ayuda. Si lo ves conveniente, la psicoterapia es una muy buena opción. Algunas lecturas al respecto: Davis, D.M., & Hayes, J.A. (2011). What are the benefits of mindfulness? A practice review of psychotherapy-related research. Psychotherapy, 48(2), 198-208. doi: 10.1037/a0022062 Michl, L.C, McLaughlin, K.A., Shepherd, K., & Nolen-Hoeksema, S. (2013). Rumination as a mechanism linking stressful life events to symptoms of depression and anxiety: longitudinal evidence in early adolescents and adults. Journal of Abnormal Psychology, 122(2), 339-352. doi: 10.1037/a0031994